¿En realidad podríamos distinguir entre malos y buenos? ¿O es que todos tenemos de ambas cosas?
Dios nos creó libres para amar y ser amados, para elegir entre el bien y el mal. Pero Dios es paciente y espera, espera a que todos los que actuamos mal en mayor o menor medida vayamos cambiando y mejorando. Hasta que llegue el punto en el que ya nadie mejorará o empeorará más. Y entonces ahí cesará nuestra existencia.
Es esta vida como un período de prueba en el que al final iremos hacia donde queremos ir: a Dios o lejos de Dios. Dios quiere que todos nos salvemos y si Dios acabara con los malos ¿No estaría faltando a su propia misericordia? Él es paciente y misericordioso y esperará lo que sea necesario hasta que nadie más vaya a cambiar de bando.
En un ejemplo práctico ¿Deberíamos dar pena de muerte a TODOS los presos de la cárcel? ¿No sería mejor darles ayuda para reincorporarse a la sociedad aunque se corra el riesgo de que sigan causando daño?
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